martes, 17 de febrero de 2009

Los días comienzan a alargarse...

Una de las cosas que más me llamaron la atención cuando comencé a entender el diario fue el hecho de que aquí ponen en el reporte de clima un apartado de la hora en la que sucede el amanecer y la puesta de sol.
La mejor forma de comparar dos culturas es buscando algo que tengan en común; en el caso del diario, Metro. No sería absurdo comparar un Göteborg Post con un Reforma, aunque quizás poco nos pueden decir. Mejor será que tomemos dos miembros de la misma franquicia. Cuál va siendo mi sorpresa al encontrarme que el hermano mexicano no publica un reporte climatológico, al menos en el Distrito Federal. Lo bonito es que también existe un hermano regiomontano donde el clima sí importa, aunque sabemos que siempre es terrible.
Entonces decidí poner los dos reportes del clima para hacer una comparación...
El clima según el Metro de Göteborg:
Y el clima según Monterrey: 
Lecciones a aprender:
- A los suecos les interesa el clima de hoy y a los regios el de mañana.
- A los suecos les interesa el clima en todo su país, a los regios sólo de algunas ciudades.
- A los suecos les interesa el clima en otras ciudades del mundo, a los regios sólo el de McAllen por si se van de shopping.
- Finalmente, los suecos dedican más espacio para el clima que los regios. A los defeños no les interesa ni siquiera el clima.
Y después del análisis riguroso de la cultura del clima, vamos a lo que realmente me interesaba comentar. Hace algunos meses amanecía a las 8:30 y anochecía a las 15:30. Hoy reportan un amanecer a las 7:40 y un anochecer a las 17:16. Eso sólo quiere decir una cosa... los días comienzan a alargarse.
La diferencia sí es notable. Ahora salgo de clase de 5 y sigue siendo de día. Antes salía a la penumbra. Salir de clase a las 5 y tener oscuridad era equivalente a no hacer nada... la noche no sirve para trabajar. Me pregunto si ahora me volveré más eficiente. La verdad lo dudo.
Comento esto porque una de las cosas que más me impresiona es el hecho de que en Suecia los días pueden ser tan cortos que extrañas el Sol, o tan largos que extrañas la Luna. No que no lo supiera y puede ser peor. Estoy en una ciudad muy al sur, una vez entrando al círculo polar ártico los días de invierno no existen, son noches; las noches de verano tampoco existen.
Pero además hay algo que también me gustaría comentar... el invierno nocturno no me deprimió como dijeron que lo haría. Sí, es un poco desgastante no hacer nada con el pretexto de que ya es de noche y apenas son las 5 de la tarde, pero así como me contaron que deprimía, la verdad no.
Y pues la verdad es que pongo esta entrada no porque quiera hacer de él un ejemplar literario como las pasadas (exceptuando claro Las ratas no tienen alas que ya es un arte), sino porque se me hizo curioso compartir este hecho de la longitud de los días. Ahora los días se hacen más largos... la duda es ¿me deprimiré por el hecho de no poder dormir con la luz solar?

2 comentarios:

Jerry dijo...

jajajajaja
simplemente te vas a despertar a las tres de la mañana diciendo: ya es de día jajajaja

El Príncipe Megalómano dijo...

Jajajajaja a los que sobrevivimos en el DF no nos interesa el clima porque no vemos el sol por la contaminación... ah si y porque o estás en el coche en el tráfico o en la oficina.