jueves, 11 de diciembre de 2008

Ciudadano Quein

Mas vale que no salgas huyendo. Desearías tanto hacerlo, se puede notar en tu respiración cortada, en tu frente llena de sudor, en tu rostro repleto de pavor. Si tan solo tu corazón no palpitara tan fuerte, si tu pulso no estuviese tan tensionado, si al menos tuvieras el valor de decir una palabra. Estás por demás amenazado, pero no por mí, yo soy sólo un expectador; soy simplemente un ser de entre tantos que disfruta la función que tu miedo proporciona como si estuviésemos en la butaca de un cine. Todos miramos tus ojos, lo cristalino en ellos indican un arrepentimiento moral, una infinita tristeza por habernos desilusionado... o peor aún, haberlo hecho contigo mismo. Pero aquí sigues, enfrentado al mundo como todo un héroe de guerra. Quizás sea que no tienes el valor de correr y evitar la escena que presenta ante ti, quizás te has petrificado por completo.
De pronto, un disparo, el sonido aterrador y una luz apantallante que atraviesa todo el anfiteatro hasta llegar al escenario de tu muerte. Todos tus sentidos, si es que alguna vez tuviste, se han desmoronado ante la acción de uno de nosotros quien quizás sea aún más cobarde que tú. Ya no sientes nada, ya no temes, tu corazón ha dejado de hacer el exasperante ruido que todos escuchábamos muy dentro de tu ser. A partir de este momento tú ya estás muerto.
En la antesala de la muerte, tu decadente espíritu logra ver una aglomeración de gente, algunos inclusive se han lanzado hacia lo que alguna vez fue tu cuerpo. Quizás lo incendien, quizás simplemente lo entierren, quizás no le hagan nada y sólo lo dejen pudrirse para luego darlo de alimento a los cerdos. Ese trozo de materia orgánica que alguna vez habitaste como tu casa y hoy simplemente ha dejado de servirte. Ahora irás a la siguiente etapa, ¿el juicio final? ¿o sencillamente la desaparición?
Todo lo que hiciste en vida ha dejado de tener un valor propio. Has dejado de ser materia y energía, has dejado de consumir espacio vital y de producir gases inertes. Realmente, en sí, has dejado de existir para ti mismo. Lo único que queda es tu aberrante figura en la memoria de los que no podemos olvidarte. Nos consumiremos poco a poco pensando que no hemos sido nosotros lo suficientemente valerosos para quitarte la vida. Ahora que ya no eres nada, eres quizás más valioso porque ya no podemos producirte el dolor que tú nos has producido. Somos lamentablemente seres sin destino.
El valiente que se atrevió a quitarte la vida ni siquiera fue capaz de asumir su responsabilidad. Sabía que tal acto de egoísmo causaría la euforia de las masas. Todos habrían querido comérselo para tener un poco de su astucia. Pero eso a ti ya no te importa. ¿Quién te hizo el favor de evitarte la pena de enfrentar a tu pueblo? ¿Quién fue aquél cuyo nombre quisiéramos saber para hacerle todo lo que no pudimos hacerte a ti? ¡Regresa de los avísmos del infierno! ¡Regresa!
Un momento de silencio.
La paz eterna para un ciudadano que intentó hacer lo mejor posible.
El eterno segundo entre la vida y la no vida.
La evaporación del ser.

martes, 2 de diciembre de 2008

Las ratas no tienen alas

El video que presento en esta entrada fue filmado allá por la década de los 90. Yo conocí esta canción en el 2003, año exacto en el que mi mente se abrió a nuevos horizontes. Para mí, antes de ese año, vivía en el mejor país del mundo, México. Ese año conocí Sudamérica, y debo aceptar que estaba equivocado, pues aunque como México no hay dos y seguirá siendo para mí el mejor país en el que pude haber vivido, tiene todavía mucho potencial que no podrá ser explotado. El quién tiene la culpa de ello no es tan evidente, pues solemos pensar que dicha persona tiene un solo nombre. Hoy he perdido la cuenta de la cantidad de nombres que tiene, pero sé que excede de los cien millones.
Las ratas no tienen alas es una canción del grupo Jaguares. No sé, pero supongo, fue escrita por su vocalista Saúl Hernández. Tampoco conozco en si su popularidad, pero creo firmemente que llegaría a ser considerado un himno en contra de la terrible situación que el país sufre: corrupción, narcotráfico, asesinatos, crimen organizado, fuga de capital humano y económico, fraude, conquista extranjera... en fin... qué puedo decir del país donde nací y crecí y hoy no encuentro respuesta a cómo permitimos todos estos abusos. Esta canción me hace darme cuenta que aún existen mexicanos emprededores de una cruzada para resolver el país.
El video aquí presentado habla de la libertad de expresión. En algún sitio leí que México es el país con más crímenes a periodistas. Es el país donde alegamos cada 2 de octubre: No se olvida. Tenemos una historia rodeada de eventos miserables. No sé si la historia de nuestro país está jodida porque la conquista la hicieron los pueblos autóctonos que repudiaban a los mexicas mientras que la independencia la hicieron los mismo españoles al huir del yugo de los Bonaparte. Aún me es incierto si Agustín de Iturbide se convirtió en insurgente para reclamar la corona del imperio o si su alteza serenísima Antonio López de Santa Anna realmente pretendía regalar la mitad de nuestro territorio mientras se enriquecía explotando al pueblo. Aún no sé si es real, o una vil mentira, que Benito Juárez fue el pastorcito que se convirtió en presidente, o es más creíble que perseguía a los pueblos indígenas. Y no me queda claro si Porfirio Díaz se reveló a Juárez para mejorar la situación política del país.
Y por si fuera poco, peleamos una revolución sangrienta sólo para darnos cuenta que seguíamos dominados por la misma suciedad. Setenta años del PRI lo demostraron con el 68, un episodio que no se olvida, pero que repetimos con los llamados halcones en el 72. O la caída del sistema electoral en el 88 que hizo que el presidente fuera Salinas, mismo sistema que eliminó a Colosio por ser el candidato incómodo, mismo sistema que hundió al país en una crisis en el 94. O peor aún, el surgimiento del hijo indeseado, un aberrante clon al que llamaron PRD, pero que se formó de PRIistas recentidos que no pudieron agarrar hueso, mismos que originaron el mencionado fraude del 88, y que hoy alegan que hubo fraude en las elecciones del 2006, pero no en sus elecciones internas.
Aún no me queda claro si Las ratas no tienen alas es un llamado a la conciencia del mexicano a dejar de permitir estos abusos o simplemente una crítica política. Sólo puedo decir que varias versiones la sustentan como un himno a la lucha. Versiones que incluyen frases como Acuérdate del racismo, acuérdate de la discriminación, acuérdate del 68, acuérdate de los niños que se mueren de hambre y de frío, acuérdate que tu raza, tienes alas y eres libre.
Y en un blog llamado Todos tenemos alas, suena contradictorio mencionar que las ratas no las tienen. La realidad es que aún no he descubierto si las personas tenemos alas, y al convertirnos en ratas las sacrificamos, o si nos convertimos en ratas porque decidimos dejas de volar. Lo que si puedo asegurar es que las ratas no saben volar, sus logros son meros robos sin ningún valor (ético, moral, social), sin ningún mérito propio. Una persona que sabe volar, lucha por cumplir su sueño. Una persona que no sabe volar se convierte en rata. Espero lector que tú tengas alas.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Todos tenemos alas

Ayer me di cuenta que todos tenemos alas.
Aún no defino si al principio o al final de este largo trayecto al que cómodamente llamamos vida.
No sé siquiera si es durante el mismo, o si varía de ser en ser.
Sólo puedo decir con seguridad que todos las poseemos.
Este espacio existe para demostrar mis alas.
Agradezco en especial a mi amiga Paola por haberme impulsado al vuelo al eseñarme su blog.
Agradeco a mis padres y a mis hermanos que siempre me han visto volar, de vez en cuando no dejan que lo haga tanto.
Finalmente agradezco a mis demás amigos y lectores, quienes como yo, tienen alas.